lunes, 22 de enero de 2007

Capítulo 15: La cuesta de enero.





La 1ª todo el equipo preparándonos para ir de marcha, estamos reflejados en la parte de abajo de una especie de pasadizo entre dos edificios; en la 2ª en el Emocia, podeis ver que ya están encima de la barra; en la 3ª esperando que empiece la obra de teatro; en la 4ª con mis invitados de Hungría en el Emocia; en la última una instantánea de la obra.

Antes de nada desearos un feliz año nuevo a todos, espero que se cumplan todos vuestros sueños y que tengais la fuerza de voluntad para realizar los buenos propósitos de año nuevo que siempre nos planteamos, cosas como dejar de fumar, ir al gimnasio, adelgazar, comer mejor, visitar a Juan..., en fin, ya sabeis de que hablo ¿verdad?. Yo por mi parte no me he planteado demasiadas cosas porque ya sé que con el tiempo las buenas intenciones se evaporan. Ser pragmático creo que se llama esto.

Bueno, sin más dilación veamos que nuevas cosas puedo contaros. Ya os hablé del viaje de regreso, de mi supercatarro y de los primeros días de clase, así que no hay mucho que añadir. Con el catarro sigo y ya va casi un mes, he ido otra vez al médico para una revisión y me ha dado más medicamentos para terminar de curarme; poco a poco toso menos pero de vez en cuando aún tengo unos arranques fuertes. La semana siguiente de volver fue de mucho curre porque hay que poner las notas, hacer recuperaciones, corregir trabajos y cosas así.

La semana del 15 al 19 de enero aún tuve más curre por lo mismo que la anterior, menos mal que ya se ha terminado y solo falta una reunión para poner las notas. Pero también tenemos que preparar Diego y yo cosas para la olimpiada de matemáticas que vamos a intentar organizar; tengo que buscar el material que quiero pedir para el curso que viene y también aprender a manejar un programa de bibliotecas para catalogar los libros que tenemos, no nos faltan cosas por hacer, lo que faltan son ganas. Un día fuimos a un concierto Diego y yo, era de clásica pero salió una tía a tocar la guitarra española que era muy buena.

Por supuesto salimos todos los viernes, claro, y lo pasamos de muerte en el Emocia, las fotos dan fe de ello. Ya casi no vamos a muchos sitios más, primero porque no hay y segundo porque mola mucho. El primer fin de semana y el segundo estaba un poco mal con el catarro pero hay que cumplir. La semana que viene tenemos reunión en Bratislava, reencuentro con el resto del profesorado y a salir un poco por la capital.

El fin de semana pasado, del 19 al 21 de enero, recibimos visita doble; por un lado vino Paloma desde Bratislava y por otro nos devolvió la visita Miguel, el lector de Miskolc (hay un comentario suyo en el capítulo anterior) con dos amigas, una española y otra portuguesa que viven también en Miskolc. Podemos sumar que estaba Lukas, el colega de Paz, y ya tenemos el equipo completo. El viernes fuimos de cena y salimos y montamos una fiesta tremenda, se nos unieron Raul (un cordobés que vive aquí) y su novia Norika, nativa de la ciudad. El sábado por la tarde fuimos a una obra de teatro de los mismos que ya vimos en diciembre, pero esta vez hablaban mucho y no nos enteramos de mucho, pero son muy buenos los tíos; por la noche estábamos todos bastantes cansados y nos fuimos a mi casa a beber algo y a escuchar música. El domingo, despedidas y a trabajar un poco. Pues esto no da más de si, de momento, claro. No os preocupeis que habrá más cosas que contar, el año es muy largo.

PD: Ha llegado la nieve en plan salvaje, hoy es el martes 23 y ha nevado todo el día por lo que hay un montón de nieve, y parece que va para largo; este viernes la predicción es de -10 grados. Ya le dedicaré un capítulo a la nieve con sus correspondientes fotos.

jueves, 4 de enero de 2007

Capítulo 14: La Navidad






En la 1ª, celebrando el cumpleaños de mi madre. En la 2ª una plaza de Zilina, Hlinka, con la decoración navideña, la 3ª la playa de la Lanzada, en la 4ª con mis sobrinos y la última una vista de la capilla de la Lanzada con la isla de Ons al fondo.

Pues ya estamos en Navidad y es mi primera vuelta a casa desde que vine a Eslovaquia. Pero antes los últimos días aquí. El viernes, 15 de diciembre, me fui con Cath, una compañera belga, a ver un concierto en la Stanica, eran tres tíos con ordenadores y a mi me parecían Kraftwerk a la checa. Algunos temas no estaban mal pero nada nuevo. El sábado 16 quedamos para comprar regalos y por la noche fuimos a una fiesta drum' bass en el Guru, que es otro garito subterraneo cerca de mi casa; lo mejor fue que en la puerta estaban dos colegas de Cath y no nos cobraron, pero nos fuimos temprano, demasiada caña la música.

El resto de la semana la pasé buscando regalos. Un día nos juntamos un montón de profes a tomar puch, una bebida típica de navidad, en el carrefour. En el instituto hubo más cosas, un día tuvimos una pequeña reunión y después nos invitaron a comer los del comité de empresa (creo) una sopa tradicional de navidad, está muy buena, de lo que más me ha gustado de la comida de aquí, ya nos la habían puesto en la stuzkova. Al terminar, la asociación de padres nos ha hecho la pelota y nos ha regalado algo a todos los profes, a mi me han dado un perfume, no se si es una indirecta de mi olor personal o ha sido casualidad, ¿qué os parece?.

El jueves 21 también fue divertido, no recuerdo que se celebraba, pero por la mañana han pasado por las clases unas niñas y dejaban cartas para los alumnos escritas por otros alumnos, algo parecido a lo que se hace en España el día de San Valentín. Al llegar a la sala de profes me he encontrado en mi casillero una carta, la abro y es de los de primero que me piden mejores notas, bueno, por pedir que no quede. Por la tarde, a partir de las 4 hay una fiesta de navidad; como siempre los niños preparan el programa con bailes, canciones, teatro y, al terminar, todos a la pista. Tengo que dejar de ir a estas fiestas porque siempre aparece alguna alumna que me pide que baile; ni que yo fuera el farruquito (no por lo del atropello, claro). El viernes pasé toda la tarde de compras y preparando la maleta, hacia las 8 me fui al centro a tomar algo con una chica que había conocido un día de marcha, estuve con ella y una colega suya hasta las 11 y, para mi desgracia, me tuve que ir a por la maleta para irme de viaje, me lo estaba pasando muy bien.

El viaje fue pesadísimo, por encima me confundí con la hora y llegué a la estación de buses una hora antes, y allí estuve pasando frío hasta que aparecieron Luis, Manuela, Paz y sus padres (estuvieron una semana de visita). Bueno, de las vacaciones poco que contar, reencuentros con familia y amigos con un montón de besos y abrazos y contar algunas aventuras zilinescas. Como han sido tan cortas, entre salir algunos días, ir de compras otros y las cenas del 24 y 31 se me ha pasado el tiempo volando y casi ni me he enterado de mi visita a Galicia. He conocido también a dos eslovacos, a Juro, un colega de Porto, y a su novia que pasaron unos días por allí. Lo peor es que pillé un catarro tremendo y en fin de año estaba de vuelta en casa a las 5 y solo tomé nesteas, ¡quien me ha visto y quien me ve!

La vuelta fue otra vez larguísima, llegué muy cansado y con mi catarro en plena ebullición. No paro de toser y estornudar, me duelen la garganta, la cabeza y el estómago de la fuerza que hago al toser; por lo menos estoy ejercitando los abdominales, se me van a quedar en plan tableta de chocolate, ya pondré alguna foto en traje de baño para el disfrute de las lectoras y la envidia cochina de los lectores. Estoy tan mal que hoy he ido al médico con Hector y me ha recetado un montón de cosas, quería darme la baja el tío, pero pasé (uno que es responsable), hasta tuve que firmar que rechazaba la baja. Como estoy así y no tenía nada preparado, ni ganas de trabajar, estos días les ha puesto a los alumnos el vídeo del pato Donald en el mundo de las matemáticas, pero tengo que empezar a currar que ahora vienen las recuperaciones y temas nuevos. Decir que cuando llegué apenas un poco de nieve en las aceras, pero ha nevado algo el mismo día que llegué, ya os contaré que tal.