miércoles, 31 de octubre de 2007

Capítulo 30: El summercase.





En la 1ª foto con Chan y Carlos antes de partir para el festival; en la 2ª vemos a Jesus and Mary Chain en pleno concierto. La 3ª es en la fiesta que hicimos en casa de mi hermana el día que llegué. En la 4ª aparecen mi sobrina y sus amiguetes el día de su primera comunión. En la 5ª una toma marítima cerca de mi casa.

En primer lugar, quiero saludar a mis nuevos lectores, que si , que los hay; si miráis en el capítulo anterior hay un comentario de dos chicas de Lugo que encontraron el blog por casualidad. Deberíais aprender los demás y dejarme comentarios aunque sea una tontería, que eso anima al que escribe, o sea, yo. Pues nada, desde la lejana Eslovaquia un beso para mis dos nuevas lectoras que, espero, continuarán siéndolo; por favor me gustaría saber como llegasteis a encontrar el blog, es simple curiosidad.

Vamos entonces a seguir con lo que nos interesa: mi vida. Después de mi vuelta a Galicia paso dos semanas en casa un poco extrañas. Era la primera vez que estaba tantos meses fuera y me encontraba un poco descolocado. Como el tiempo no era demasiado bueno para la época del año me dediqué a descansar, a visitar colegas y a arreglar algunos papeles; pero pude ir algunos días a la playa; yo no soy muy playero, pero después de tanto tiempo apetece. El mes de julio llegó con mi sobrino Iago que se quedó con nosotros de vacaciones, igual que el año anterior, pero esta vez no nos ayudó mi tía, si no mis otros sobrinos y mi hermana; como Iago es el pequeño está muy mimado y todos quieren estar con el.

El viernes 13 de julio salgo temprano con Carlos y Chantrero para Madrid, el motivo del viaje es que nos vamos a un festival de música, el Summercase, que tiene un cartel bastante interesante. Allí nos encontramos Isa, Ruski, Paloma y más gente que va apareciendo. El festival es en Boadilla, cerca de Madrid, en un recinto grande, pero bastante malo. Es un descampado enorme sin sombra ni nada que se le parezca, el suelo es tierra y piedras por lo que se levanta mucho polvo al moverse la gente; no hay casi donde sentarse y nos pasamos las dos noches casi enteras del festival de pie. Hay un par de grifos de agua pero sale muy caliente y es intragable; los precios son abusivos, tanto de la comida, que es una mierda, como de la bebida; si pides un mini, que se supone es un litro de cerveza, te dan un vaso que tiene como dos pequeños, ni un mísero descuento te hacen y te lo cobran carísimo. Por otro lado los escenarios están bastante cerca unos de otros y en ocasiones si te alejas un poquito se solapan, sobre todo en las carpas si no estás adentro..., podría seguir diciendo cosas de la organización pero ya es suficiente, les doy un suspenso enorme, dudo que vuelvan a verme por allí, pero no solo por lo mal organizado y lo caro, es que ya soy un poco mayor para tanto ajetreo festivalero, hay que dejar que las nuevas generaciones entren en acción.

Hablando de la música, en mi opinión los conciertos fueron bastante irregulares; tuvimos algunos increíbles, como por ejemplo PJ Harvey, Jesus and Mary Chain y Hidden Cameras. Hubo algunas decepciones como Flaming Lips, James y Arcade Fire, y bastantes normales o mediocres como Kaiser Chiefs y Bloc Party, por mucho que se empeñen en venderlos como lo más de lo más. Yo terminé cansadísimo, ya no estoy para tanto totre, el sábado estuve mas de 12 horas sin sentarme.

Después del festival estuve unos días en Madrid donde aprovecho para pasear, comprar algunas cosas y, sobre todo, visitar a algunos amigos en la ciudad, no a todos los que me hubiera deseado pero no tenía coche ni demasiado tiempo, lo siento por los que no he podido ver, otra vez será chicos. Como me gusta mucho Madrid, me lo paso estupendamente recordando viejos tiempos. Seguramente no vuelva a vivir allí, pero la verdad es que me gustaría poder ir más a menudo. Esto es lo que ha dado de si el festival.