viernes, 23 de febrero de 2007

Capítulo 16: Los viajes de fin de semana





En la 1ª, el grupo de hip-folk del festival. En la 2ª los viajeros en Salzburgo. En la 3ª yo en pleno éxtasis musical. En la 4ª una vista nocturna de Salzburgo. En la 5ª en el zulo, casi toda la peña que se ve son españoles.

Hola a todos, ya estoy de vuelta, hacía casi un mes que no escribía nada y se que los nervios os corroen por la espera de nuevos episodios, pero he estado ocupadísimo, ya os lo cuento. Creo que me quedé en el día 23 de enero, es decir, hace un mes exacto. Bueno, después de la visita de los residentes húngaros hemos vuelto al trabajo, hemos puesto las notas del primer semestre, y me he portado estupendamente; los niños se me quejan de que soy muy estricto y me da la risa porque, realmente, no soy nada exigente, pero su deber es quejarse, son estudiantes.

El fin de semana del 26 al 28 de enero regresamos a Bratislava a una reunión convocada por la agregada. Diego y yo nos fuimos el viernes y dormimos en casa de unas profes de la capital, salimos a cenar y después nos fuimos a un festival de música. Vimos primero a un grupo checo que hacían una extraña mezcla de hip hop y de fanfarria de los balcanes, era curioso pero al final me aburrió un poco; después pinchó una francesa un poco loca pero que me gustó mucho, me pareció buena, muy rítmica y bailable. Pinchaba otra tía más pero nos fuimos a dormir. El sábado tuvimos unas reuniones pesadas, como siempre, pero muy bien porque nos reencontramos con gente que no veíamos hacía tiempo. En la de la tarde estuvimos ultimando cosas de la olimpiada matemática que vamos a organizar Diego y yo con la ayuda de los profesores de matemáticas de los otros institutos. Por la noche salimos de cena y de fiesta otra vez, fuimos al zulo, un garito subterraneo que es enanísimo y que casi llenamos nosotros, conocí a gente nueva, entre ellos una profe de Trstena y una chica vasca que trabaja en la agregaduría comercial, las dos muy guapas y simpáticas. El domingo otra reunión y por la tarde a comer y de vuelta a casa, llegamos a media tarde muy cansados pero lo pasamos de muerte una vez más.

Lo peor del viaje es que me traje otro catarro, ya llevo dos seguidos este año pero creo que ya estoy bien. Hay epidemia de gripe y algunos colegios e institutos los cierran una semana. Los niños faltan muchísimo en estas fechas. En fin, que la semana siguiente fue bastante cansada: terminar de poner las notas, reunión del claustro para hablar de los chicos y cosas así. El 31 de enero les dieron los boletines y hubo de todo, muchos niños contentos y otros no tanto. El resto de los días más de lo mismo. El viernes 2 de febrero fue fiesta por el cambio de semestre, así que nos fuimos a Salzburgo, en Austria, Paloma, Paz, Diego y yo. El jueves paramos en Bratislava y salimos el viernes para allá. Bueno, no hay mucho que contar, la ciudad es bastante bonita, pero yo me esperaba más. Es muy tranquila (como casi todas las ciudades de esta zona), demasiado para mi gusto y me imagino que si hubiese más nieve habría más gente por lo de esquiar, pero estaba bastante vacía. De todas formas con un día llega para visitarla, dos días se nos hizo un poco largo. Por lo menos encontramos un sitio chulísimo para cenar, muy bueno. El domingo 4 regresamos, el lunes tocaba empezar nuevo semestre.

De nuevo a trabajar un montón, la verdad es que me metí en unos follones y ahora tengo mucho trabajo, la olimpiada, el intercambio con Extremadura, el programa de la biblioteca, las clases de música, las clases normales... No sé si comenté algo del intercambio, vamos a ir a un pueblo pequeño de Badajoz, el director del instituto estuvo aquí tres días hace poco para organizar todo y para presentar el proyecto. Hemos acordado presentarnos los dos centros a un proyecto europeo de intercambio Comenius, ellos lo coordinan y yo y un profe eslovaca seremos los representantes aquí. Si nos lo aceptan nos darán dinero para dos años de intercambio, es interesante, espero que nos lo acepten. Lo único malo es que da mucho trabajo, tanto el proyecto, que lo haremos en marzo, como el organizar el viaje, que está siendo una odisea, daría para otro blog.

Para no ser distinto, el fin de semana del 9 al 11 de febrero volvemos a Bratislava otra vez, a un curso de una herramienta llamada hotpotatoes que sirve para crear material para las clases. No está mal y el programa es bastante bueno. Lo mejor es que conocemos a más gente porque vinieron profesores de Chequia y algunos son muy enrollados, nos lo pasamos de muerte, salimos el viernes y el sábado y nos reímos mucho. El domingo fue de traca, al terminar el curso fuimos todos, con el ponente y la agregada, a tomar una cerveza, como hacía bueno y lucía el sol (la nieve hace tiempo que desapareció) encontramos un bar con una pequeña terraza pero estaba cerrada, le preguntamos a la camarera si podíamos tomar la bebida fuera, nos miró como a marcianos pero al final la convencimos y allá salimos todos a la terraza, todas las mesas del bar se quedaron mirándonos con unas caras que era para verlas. Bueno, después de comer despedidas, intercambio de móviles y cosas de estas; hemos quedado en hacer un mega-encuentro de profes en alguna ciudad checa, esperemos tener suficientes fechas porque ya teníamos otra programada con los de Hungría en Kosice, ya se verá.

De momento lo dejo aquí, cuando tenga tiempo pondré algunas fotos y añadiré capítulos, el de la semana pasada es muy interesante. Para despedire voy a daros envidia, esta tarde me voy una semana a Cerdeña con Diego y tres profes de otra ciudad de aquí. No os preocupeis, tendrá su correspondiente capítulo. Se me olvidaba una cosa, algún día le dedicaré un capítulo a hablar de los profesores que están en este programa del ministerio, porque hay una gente muy curiosa (por decirlo de forma suave), yo creo que los eslovacos piensan que una cuarta parte de los españoles estamos medio locos o algo así, tenemos unos fenómenos de cine. Yo debo ser de los más normalitos y cuerdos, de verdad, así que imaginaros el resto.

También comentar que hace un par de semanas tuve una discusión con Fernando, el profe que habíamos llevado al hospital. En Bratislava alguien le dijo que íbamos hablando mal de él y cosas así, no me preguntó, se lo creyó y nos envió un sms diciéndo que no nos acercáramos a él; debería haber pasado de él pero al día siguiente le pedí explicaciones y le reproché que me dejara ni aclararle si era cierto o no. Después de hablar un rato quedamos en que nuestra relación sería estrictamente profesional, pero no termina aquí la cosa. A la mañana siguiente me para en el pasillo me pregunta una cosa, le explico y me suelta "eres un hijo de..."; me quedé frío y le dije que yo siempre lo había tratado con el máximo respeto y que no le permitía que me insultara, también le dejé claro que allí en el instituto no le haría nada, pero que fuera podría partirle la cara, así que sería mejor que no jugase con fuego. Discutimos un poco y al final me lo volvió a repetir, como me estaba calentando decidí irme para no liarla. Este juega a que los demás tenemos educación y nos contenemos pero arriesga bastante, si es otro que le de igual le hubiera metido seguro, y se las merece, no voy a perder más tiempo pero ya hay historias suyas como para llenar un blog. Al final, pero nuestra relación se reduce practicamente a hola y adiós, pero aún me pregunta cosas en el curre como si no hubiera pasado nada, me fastidia mucho pero allí tengo que aguantarme y hablar con él los temas profesionales. Es un poco triste que estando aquí tan pocos españoles no seamos capaces de llevarnos bien, pero la vida es así que dice Hector.

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