jueves, 10 de mayo de 2007

Capítulo 26: El majales, el viaje a Bucarest y la despedida de 5º.





En la 1ª vemos una iglesia ortodoxa en Bucarest; en la 2ª estamos todo el equipo antes de cenar; en la 3ª se ve el gigantesco edificio levantado en la época del megalómano Caucescu. En la 4ª una vista de la ciudad desde el 'caucescódromo'. En la última aparece un poste de la luz, en toda la ciudad son iguales, como tengan un apagón no sé como podrán arreglarlo con este lío de cables.

Terminé el anterior capítulo en la olimpiada, después de despedir a nuestros concursantes y sus profesores, el resto del fin de semana tocó descansar; el martes era festivo, así que el lunes salimos a tomar unas birras con Paz y Lukas, que estaba de visita por la ciudad. El martes empezó el majales, que es algo así como una fiesta de mayo en la universidad. Me acerqué con Diego a tomar unas birras, bastante ambiente, música infame y, como no, muchos alumnos. El miércoles fui a ver el partido de hockey hielo contra Canadá, que lo proyectaban en al majales, perdieron pero fue un buen partido (era el campeonato del mundo). El jueves fui otra vez con Luis y después aparecio Diego, quedamos con una chica que conocemos y nos volvimos a encontrar mucha gente. Como siempre los grupos son malos pero fue el día con más ambiente. El viernes 4 de mayo fuimos a un concierto de Iva Bittova, una checa violinista que tiene una voz increíble, pero algo demasiado new age para mi gusto, me sobró la mitad del concierto, pero como curiosidad no estuvo mal.

El sábado salimos de madrugada Diego y yo para Viena ya que nos fuimos hasta el martes a Bucarest, la capital de Rumanía. Allí coincidiríamos, de nuevo, con nuestros amigos de Banská: Lara, Juan carlos y Javier; también estaban los padres de Javi, que están de visita en Eslovaquia. Después de llegar nos fuimos al centro a buscar a nuestros acompañantes que nos estaban esperando en el piso que alquilamos para pasar estos días.

Los días que estuvimos allí transcurrieron entre paseos y comer abundantemente (adios a la operación tanga para el verano). Decir que la cuidad es muy grande, bastante caótica y desestructurada y con contrastes grandes, tanto en los edificios (cosas bonitas al lado de otras horribles), como en la gente, se ven buenos coches y gente con buena ropa, pero hay muchísima mendicidad, muchos mendigos son personas mayores. Los precios no son muy altos para nosotros, pero yo creo que para ellos si lo son, un café vale un euro o algo más, y una cerveza a partir de un euro y medio. Pero parece un sitio con poca vida para el tamaño que tiene, se ven pocos bares, indicador universal del movimiento de las ciudades.

Pero lo pasamos bastante bien, a los amigos de Banská ya los conocíamos de anteriores aventuras, y los padres de Javi son majísimos, así que todo muy bien, hasta tuvimos tiempo de esperar el rescate de 4 de nosotros que quedaron atrapados en un ascensor. Un cosa interesante es la megalomanía del dictador Caucescu. Construyó un edificio inmenso a todo lujo en un país pobre, el interior es de marmol, madera, lámparas immensas, remates de oro y cosas así. Unas escaleras las tuvieron que rehacer tres veces porque a la mujer del susodicho no le gustaban y no bajaba cómoda por ellas, algo increíble. Alrededor del edificio levantó unas avenidas enormes, y para ello no le importó derribar y desplazar muchas iglesias y palacetes que estaban allí. Decir que en tiempos a la ciudad la llemaban la París del este, creo que es significativo. Para resumir, que está bastante bien para un par de días, quizás no para ir a propósito, pero en una ruta de varias ciudades, o si se está de paso, no está mal.

La vuelta fue bastante pesada y salimos con un poco de retraso, por lo que ya pasamos el resto del viaje con fuego en el culo, casi perdemos el tren para Zilina, pero por suerte Paloma nos llamó a un taxi y llegamos a tiempo. El miércoles 9 de mayo fue un día extraño, a la vez alegre y triste. Ese día se despidieron los alumnos de 5º, tanto de francés como de español. Cuando llegué estaban los de francés pidiendo dinero en la entrada a cambio de caramelos, una vez dentro hacían lo mismo los de español, es una tradición, hay institutos en los que sus alumnos salen a la calle a pedir. Estaban todos bien vestidos y arregladitos y más tarde fueron recorriendo las todas las clases despidiéndose de los alumnos y de los profesores. A media mañana vamos todos al anfiteatro del instituto, la dire dio un pequeño discurso de despedida y felicitó a algunos con buenas notas. Después ellos dijeron una palabras de despedida (entre otras cosas dijeron que se iban pero que dejaban una cosa muy valiosa: los profesores), después nos dieron una flor a todos sus profesores. Al final los demás alumnos les hicieron una especie de túnel con los brazos y pasaron todos por allí. Nos hicimos unas fotos con ellos y vuelta al trabajo. Ahora tienen que estudiar para el maturita oral y terminan sus estudios de secundaria. Hemos quedado de salir un día de fiesta con ellos, espero que lo cumplan. Una tradición curiosa aquí es que después, cada 5 años quedan todos para cenar y ponerse al día de sus vidas, van ellos y su tutor a recordar viejos tiempos, pero se hace con la clase de secundaria y no en la universidad.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

...y seguimos viajando.... vaya vida la tuya... qué estrés!!!! ja,ja,ja,ja,ja

Anónimo dijo...

eso no es cierto. Tambien tenemos "reuniones" cada 5 años despues de la universidad.
bss