Capítulo 36: El hotpotatoes.

En la 1ª una de las actuaciones de la fiesta de 5G. En la 2ª algunos profes, el de la izquierda es Nico, francés. En la 3ª mirad que "globo" tengo. En la 4ª posando en la fiesta de 5E. En la 5ª con unos premios que me tocaron (pepinos y morcillas).

Para el fin de semana del 23 me quedo en Zilina por la stuzkova de 5G, el viernes por la noche salimos de fiesta los profes españoles, Naicari que viene desde Blava de visita, y Valerie, una profe blega, estamos hasta muy tarde y nos lo pasamos de miedo, pero yo pillo una buena cogorza, hasta fuimos a bailar al Studio 54, la disco de moda donde nos encontramos a varias alumnas para variar. El sábado me levanto con una resaca considerable así que me paso el día secando en casa para estar a punto para la fiesta. A media tarde nos vamos para allá. La semana siguiente es la stuzkova de 5E, pero es el viernes en vez del sábado, mejor porque así no hay riesgo de aparecer con resaca.

El año pasado ya le dediqué un capítulo a la stuzkova, así que no tiene mucho sentido repetirlo, la verdad es que son todas bastante parecidas: se presentan los alumnos, hay varios discursos, les ponen las stuzkis, nos vamos a cenar, después empieza el programa de los alumnos, hay un sorteo de regalos y al final todos a la pista. El orden de las distintas partes puede variar, y la duración del programa también, depende de lo que se lo curren los estudiantes, pero en todo caso se empieza pronto, entre las 7 y las 8, y no sales de allí hasta las tantas de la mañana. Las de este año estuvieron bien, peor como yo ya había estado la del año pasado no me sorprendió. De todas formas la del día 30, 5E, fue un poco más animada, no se si era cosa de los chicos o es que yo estaba de resaca. Pasadas las fiestas de 5º, entramos en diciembre, las vacaciones ya se huelen y todos estamos esperando que lleguen. Este mes voy a hacer algunos exámenes para eliminar materia y tener menos que corregir en enero, algunos me los llevo a casa para corregirlos en vacaciones.

Este mes también estamos Pili y yo a cien por hora, ya comenté que tenemos que terminar la publicación de hotpotatoes y ya desde septiembre estamos trabajando en ella. Al final nos cae el marrón a Pili y a mi en Eslovaquia, y a David en España, somos los coordinadores, lo que implica pasarse mucho tiempo peleándose con la gente para que envíe sus trabajos, para que los revise, para que se corrijan, para enlazar los ejercicios..., nosotros aquí montamos los enlaces de unos temas a otros y le damos una revisión y prueba de funcionamiento final al asunto. El día 12 de diciembre nos tenemos que ir a Bratislava a enseñarle alguna cosa a la agregada y para corregir la introducción. Después de eso, en medio del ajetreo del final de año tenemos que quedar algunos días para terminarlo, tenemos que entregarlo como muy tarde a mediados de enero para que entre en el presupuesto del año 2007. Bueno, un montón de cosas, pero parece que al final se entregará a tiempo, estamos estos días dándole los últimos coletazos (más bien debería decir que se los está dando Pili). Estábamos con tanto trabajo con la publicación que el fin de semana del 14 al 16 me quedé en Zilina para poder terminar con esto y también tenía que terminar el curso de cine antes de las vacaciones.

Con grupos de trabajo, o por lo menos con este, lo que ocurre es que siempre hay discusiones por cosas del diseño, de los agradecimientos, de los autores, en fin, rollos. A los coordinadores se nos acusó de tomar decisiones sin tener en cuenta la opinión de los demás y un montón de cosas más, cuando todas las decisiones tomamos fueron siempre beneficio del grupo, para tener que trabajar menos y que todo fuese más coherente. Aquí volvió a aparecer la figura de Fernando, aquel profe que estaba el año pasado y con el que tantos problemas tuvimos. Pues no podía el hombre dejar de fastidiar, para qué. Primero enviaba unos email de respuesta a las cosas como si estuviésemos en contra de él, que si se cambiaban cosas sin él saber nada, que había perdido mucho tiempo y que no lo podría recuperar (y nos lo dice a los coordinadores que estamos perdiendo el tiempo y la salud en esto...), al final se la tomó conmigo y hasta me envió un email personal en el que me pone a parir, llegando a insultarme varias veces. Como la paciencia tiene un límite esta vez no he podido dejar de responderle y lo he puesto a caldo, le he enviado varios mails bastante largos donde le dejo claras muchas cosas del año pasado, me he pasado tres pueblos pero me he quedado muy a gusto la verdad, lástima no verlo tenerlo delante para poder decirle cuatro cosas más.