En la 1ª podemos ver la magnífica compañía femenina en Ucrania, de izquierda a derecha están Ana, Lara, Mª José y Snizhana, las de los extremos son nuestras anfitionas ucranianas. En la 2ª, pregunta, ¿quién reconoce este muñeco? (solución al final del capítulo). En la 3ª estamos Juan Carlos y yo prisioneros. En la 4ª, un paisano de Lvov que nos vino a pedir dinero, el tío hablaba italiano ¡porque había estado en la 2ª guerra mundial en Italia!. En la 5ª, una vista helada del castillo de Spyss, ya en Eslovaquia.
Voy a contarlo de forma un poco abreviada, al llegar a la estación de Kiev, en la mañana del viernes 21, nos están esperando nuestras anfitrionas, Ana y Snizhana. Tenemos contacto con ellas por un amigo de Dani, son, durante los 3 días que estamos con ellas unas anfitionas fantásticas, de auténtico lujo, están todo el tiempo con nosotras y hasta nos encontraron los apartamentos donde dormimos a un buen precio. El viernes vamos a cambiarnos y después recogemos a las chicas a la salida de la universidad. Les compramos unas flores y tenemos un pequeño problema porque dos se separan bastante del resto y casi nos perdemos. Hay una pequeña discusión y a partir de aquí las cosas cambian, de hecho a partir del día siguiente nos separamos en dos grupos, yo voy con la BBP (Banská Bystrica People) y nuestras anfitrionas, mientras que los otros tres van por su cuenta, no pasa nada pero hay algo de tensión, por decirlo de manera suave, en fin, cosas que pasan.
Una de las cosas buenas (hay muchas más) de viajar con la BBP es que coincidimos bastante en tomarnos las cosas con calma, si no se pueden ver los 1000 lugares interesantes que hay en cualquier sitio, pues no se ven; preferimos disfrutar tranquilamente, tomando unas cervezas, comiendo con calma, hablando con la gente que nos encontramos o con nuestros anfitriones..., vamos, que nos gusta ir despacio y sin estrés, aunque es cierto que la BBP es mucho más tranquila que yo, pero lo llevamos bien, nos entendemos y nos reímos unos de los otros sin problema.
No voy a detallar todo lo que hicimos porque sería muy largo y no recuerdo todo, lo importante es que Kiev es un pedazo de ciudad, esperábamos todos una ciudad desorganizada y destartalada, un poco como Bucarest o peor, y de eso nada, es un pedazo de capital, mucha gente, tráfico, ambiente. Cierto que no salimos del centro, pero lo que vemos nos gusta mucho. Tiene unos monumentos increíbles, y un enorme e impresionante monasterio ortodoxo patrimonio de la Unesco. Hay una zona con una calle donde hay muchas galerías con unas casas preciosas, vamos también al museo dedicado a Chenobil, hemos visto varias catedrales, hemos salido de fiesta..., vamos, que hay mucha cosas para ver.
Todos nos hemos ido muy contentos, sobre todo porque ha sido una sorpresa en todos los sentidos. Y no nos ha pasado nada, ni nos han robado, ni nos han secuestrado para pedir un rescate ni para quitarnos los riñones ni nada parecido, al contrario, ha sido estupendo; y sobre todo nuestras acompañantes, Ana y Snizhanaque, han sido lo mejor, podéis ver en alguna foto lo guapas que son, pero es que son muy atentas, simpáticas; en una palabra, fantásticas. Muchas gracias chicas y un beso muy fuerte.
Que no se me olvide, la comida me ha gustado mucho, hay más variedad que en Eslovaquia, y muy importante, la cerveza ucraniana está buenísima, entre ellas hay una sin filtrar que era de lujo, espectacular.
Solución: la mascota de la olimpiada de Moscú de 1980.
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