sábado, 24 de febrero de 2007

Capítulo 17: La nieve





La 1ª, Paz y yo con miedo por la nieve que amenaza venir. La 2ª foto es una vista desde mi casa del parque nevado; la 3ª es una toma en la ciudad; en la 4ª soy yo tirado en un parque y en la 5ª un parque cerca de casa. Como veis todo muy bonito.

Vamos a dedicarle una pequeña entrada a la tan comentada nieve. Lo primero es decir que la gente aquí está muy extrañada porque casi no hubo nieve este año. Es cierto que no a todos les gusta la nieve, algunos alumnos me decían que este invierno estaba muy bien por no tener nieve ni frío, pero lo cierto es que a una gran mayoría si les gusta, y también los deportes de invierno.

Está siendo un poco raro, yo creo que el cambio climático ya está por aquí y no se va a ir, ya que estamos, terminemos de estropear el planeta, nada de dejar las cosas a medias, con un poco de suerte extinguiremos la mayoría de las especies nosotros incluídos, la única pena que tengo es que no podré verlo porque falta bastante para eso. El año pasado fue el más frío desde hace mucho tiempo; Héctor, que vive aquí desde 1980, más o menos, dice que el pasado había sido el más frío y con más nieve que recordaba, en cambio este año ni pizca de nieve, los nativos comentaban que una navidad sin nieve no es una navidad, bueno, que se lo digan a los brasileiros o a los australianos que se pasan la navidad en la playa. El invierno anterior en Zilina se bajó de -20º y en Trstena de -30º; este invierno, de momento, no bajamos de -10º, y solo un par de noches. Ahora mismo no hay nada de nieve ni hace demasiado frío, por la noche se nota bastante, pero por el día se está bien. Parece que pronto vendrá más nieve pero ya no se si creermelo, desde octubre nos decían 'ya vereis ya', 'lo que os espera' y cosas por el estilo. Pues aquí sigo esperando, ha habido nieve unas dos semanas y ya está. Fijaos que algunos arboles estaban empezando a florecer por la falta de frío.

Vamos ahora a ver mis impresiones de la nieve. Todo el mundo ha visto nevar, supongo, pero de manera contínua bastante tiempo es distinto a como yo lo había visto. Primero por lo incómodo, necesitas mucha ropa en muchas capas para ir quitándotela al entrar en los sitios, y después moja bastante y hay que sacudirse muy a menudo para no empaparte. Cuando nieva y uno no está en la calle es bonito; si no sopla viento, los copos son como pequeños hilos blancos que caen con mucha tranquilidad, como si se recrearan en el paisaje que van a cubrir de blanco y disfrutaran de su viaje, y se van depositando en el primer sitio que encuentran, cualquier esquina o pequeño saliente es bueno para acumular nieve; los árboles, tanto los que tienen hojas como los que están desnudos, les extienden sus ramas ofreciéndose a recoger nieve para evitar que caiga al suelo y sea pisoteada por los transeuntes, vano intento pues poca nieve pueden resguardar. La mayoría cae al suelo y va cubriéndolo de un fino velo blanco. Es como si los hilos de nieve se fuesen tejiendo ellos mismos para cubrirlo todo con una delicada seda blanca. Si no para de nevar, se sigue acumulando, y la fina seda que teníamos aumenta de grosor hasta convertirse en un suave manto que no deja ver nada de lo que hay debajo, es como si un secreto misterioso estuviera esperando a que la nieve se derrita y le permita mostrarse de nuevo.

Esto es lo que he visto hasta ahora, no llegué a ver como sigue subiendo hasta alcanzar 50cm o un metro. Paz me decía que el año pasado en Trstena en algunas zonas del pueblo, al ir limpiando las calles, en los bordes la nieve superaba los 2m de altura. Mientras está fresca y no es muy alta es muy divertido pasar por ella porque es parecido a una espuma, y emite un crujido al pisarla. Lo peor es cuando se va endureciendo, sobre todo en las aceras, al ir pisando la gente se va transformando en hielo, y ya no es tan divertido. El riesgo de caer es grande y yo he estado a punto varias veces, pero de momento mantengo la verticalidad. Diego ya ha probado el hielo. También es un rollo cuando se empieza a derretir, hay un montón de barro por todos lados, sobre todo en los bordes de las carreteras, hay que saltar charcos de lodo y agua bastante grandes y te ensucias mucho. Desde luego, el paisaje nevado es precioso, pero muy incómodo a la vez, menos mal que este año no es un invierno muy duro porque en esas dos semanas terminé de la nieve hasta el gorro, si llega a ser como el año pasado me hubiese desesperado. Terminaría acostumbrándome, pero es pesadísimo.

Hoy es el 7-3-2007 y salgo a la calle con gafas de sol, me parece que la primavera está al caer y ya no veremos más nieve, seguramente lloverá pero la nieve no creo que vuelva. Habrá que esperar al año que viene. Me dicen por ahí que esto es a causa del Niño o algo así. Me parece, más bien, que mejor son los niños, o sea, los humanos, es decir, todos nosotros. Felicidades a la raza humana por sus logros.

1 comentario:

Anónimo dijo...

"Oda a la nieve" de Juan Penecho.
Ed. Planeta.
(2ª edición a la venta en kioskos y librerías).

Your brother.