









La verdad es que del mes de febrero no recuerdo mucho, creo que no paso nada especial, durante la semana trabajando y preparando el intercambio del proyecto comenius y los fines de semana visitando Bratislava. También empezamos a ir al gimnasio para entrenar, resulta que Porto me dice en navidad que va a ir a Praga a correr la media maratón y le dije que iba a intentarlo, al final se animó Rafa y en eso estamos, sufriendo en la cinta porque el tiempo está muy mal para correr en la calle.
La primera semana de marzo la tenemos de vacaciones de primavera, así que quedo con los de siempre, los de Banská y el viernes 27 de febrero me bajo para el sábado salir en mi coche hacia los Balcanes al día siguiente. La idea es ir en mi coche hacia Serbia, después Bosnia y finalmente subir por Croacia. Al ir en coche podemos hacerlo como más nos guste y sin planes fijos, a donde lleguemos llegamos.
Al final el recorrido es Novy Sad (ciudad al norte de Belgrado) el sábado 28 de febrero, tiene un centro y una fortaleza muy chulo y buen ambiente en las calles. Seguimos el domingo 1 de marzo hacia Belgrado, cuidad grande que está un poco destartalada, sucia y contaminada, pero tiene buen ambiente. Allí nos encontramos con lectores españoles de la universidad y del Cervantes. El martes 3 dormimos en un pueblo que tiene estación de esquí camino de Sarajevo. El 4 y el 5 los pasamos en Sarajevo, cuidad bonita y que tiene aún muchos recuerdos de la guerra, como disparos en los edificios o los cementerios en los patios de las casas. Los bosnios son musulmanes pero muy europeos (en la ciudad hay incluso un zoco), se ven chicas cubiertas pero la mayoría no lo están y tienen costumbres muy occidentales o eso parece a simple vista.
El viernes subimos hacia Zagreb y estamos allí el 6 y el 7 de marzo. Zagreb es muy grande y moderna, tenemos suerte y conocemos a dos chicas que nos encuentran alojamiento a buen precio y nos enseñan la ciudad. Aquí comemos muy bien, incluso nos dimos un homenaje de pescado fresco buenísimo. El domingo 8 regresamos, tenemos mala suerte cruzando Eslovenia, no compramos la pegatina para la autopista y nos para la poli, así que nos clavan 185€ de multa, un final un poco amargo para las vacaciones, pero estuvo muy bien, qieríamos visitar Mostar pero nos faltó tiempo, tal vez en otra ocasión.
La verdad es que no se entiende muy bien que pasó en la guerra porque están todos muy mezclados, cosas de los políticos y de la religión. En fin, que están muy bien los países balcánicos, recomendables desde luego.
La primera semana de marzo la tenemos de vacaciones de primavera, así que quedo con los de siempre, los de Banská y el viernes 27 de febrero me bajo para el sábado salir en mi coche hacia los Balcanes al día siguiente. La idea es ir en mi coche hacia Serbia, después Bosnia y finalmente subir por Croacia. Al ir en coche podemos hacerlo como más nos guste y sin planes fijos, a donde lleguemos llegamos.
Al final el recorrido es Novy Sad (ciudad al norte de Belgrado) el sábado 28 de febrero, tiene un centro y una fortaleza muy chulo y buen ambiente en las calles. Seguimos el domingo 1 de marzo hacia Belgrado, cuidad grande que está un poco destartalada, sucia y contaminada, pero tiene buen ambiente. Allí nos encontramos con lectores españoles de la universidad y del Cervantes. El martes 3 dormimos en un pueblo que tiene estación de esquí camino de Sarajevo. El 4 y el 5 los pasamos en Sarajevo, cuidad bonita y que tiene aún muchos recuerdos de la guerra, como disparos en los edificios o los cementerios en los patios de las casas. Los bosnios son musulmanes pero muy europeos (en la ciudad hay incluso un zoco), se ven chicas cubiertas pero la mayoría no lo están y tienen costumbres muy occidentales o eso parece a simple vista.
El viernes subimos hacia Zagreb y estamos allí el 6 y el 7 de marzo. Zagreb es muy grande y moderna, tenemos suerte y conocemos a dos chicas que nos encuentran alojamiento a buen precio y nos enseñan la ciudad. Aquí comemos muy bien, incluso nos dimos un homenaje de pescado fresco buenísimo. El domingo 8 regresamos, tenemos mala suerte cruzando Eslovenia, no compramos la pegatina para la autopista y nos para la poli, así que nos clavan 185€ de multa, un final un poco amargo para las vacaciones, pero estuvo muy bien, qieríamos visitar Mostar pero nos faltó tiempo, tal vez en otra ocasión.
La verdad es que no se entiende muy bien que pasó en la guerra porque están todos muy mezclados, cosas de los políticos y de la religión. En fin, que están muy bien los países balcánicos, recomendables desde luego.
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