jueves, 4 de enero de 2007

Capítulo 14: La Navidad






En la 1ª, celebrando el cumpleaños de mi madre. En la 2ª una plaza de Zilina, Hlinka, con la decoración navideña, la 3ª la playa de la Lanzada, en la 4ª con mis sobrinos y la última una vista de la capilla de la Lanzada con la isla de Ons al fondo.

Pues ya estamos en Navidad y es mi primera vuelta a casa desde que vine a Eslovaquia. Pero antes los últimos días aquí. El viernes, 15 de diciembre, me fui con Cath, una compañera belga, a ver un concierto en la Stanica, eran tres tíos con ordenadores y a mi me parecían Kraftwerk a la checa. Algunos temas no estaban mal pero nada nuevo. El sábado 16 quedamos para comprar regalos y por la noche fuimos a una fiesta drum' bass en el Guru, que es otro garito subterraneo cerca de mi casa; lo mejor fue que en la puerta estaban dos colegas de Cath y no nos cobraron, pero nos fuimos temprano, demasiada caña la música.

El resto de la semana la pasé buscando regalos. Un día nos juntamos un montón de profes a tomar puch, una bebida típica de navidad, en el carrefour. En el instituto hubo más cosas, un día tuvimos una pequeña reunión y después nos invitaron a comer los del comité de empresa (creo) una sopa tradicional de navidad, está muy buena, de lo que más me ha gustado de la comida de aquí, ya nos la habían puesto en la stuzkova. Al terminar, la asociación de padres nos ha hecho la pelota y nos ha regalado algo a todos los profes, a mi me han dado un perfume, no se si es una indirecta de mi olor personal o ha sido casualidad, ¿qué os parece?.

El jueves 21 también fue divertido, no recuerdo que se celebraba, pero por la mañana han pasado por las clases unas niñas y dejaban cartas para los alumnos escritas por otros alumnos, algo parecido a lo que se hace en España el día de San Valentín. Al llegar a la sala de profes me he encontrado en mi casillero una carta, la abro y es de los de primero que me piden mejores notas, bueno, por pedir que no quede. Por la tarde, a partir de las 4 hay una fiesta de navidad; como siempre los niños preparan el programa con bailes, canciones, teatro y, al terminar, todos a la pista. Tengo que dejar de ir a estas fiestas porque siempre aparece alguna alumna que me pide que baile; ni que yo fuera el farruquito (no por lo del atropello, claro). El viernes pasé toda la tarde de compras y preparando la maleta, hacia las 8 me fui al centro a tomar algo con una chica que había conocido un día de marcha, estuve con ella y una colega suya hasta las 11 y, para mi desgracia, me tuve que ir a por la maleta para irme de viaje, me lo estaba pasando muy bien.

El viaje fue pesadísimo, por encima me confundí con la hora y llegué a la estación de buses una hora antes, y allí estuve pasando frío hasta que aparecieron Luis, Manuela, Paz y sus padres (estuvieron una semana de visita). Bueno, de las vacaciones poco que contar, reencuentros con familia y amigos con un montón de besos y abrazos y contar algunas aventuras zilinescas. Como han sido tan cortas, entre salir algunos días, ir de compras otros y las cenas del 24 y 31 se me ha pasado el tiempo volando y casi ni me he enterado de mi visita a Galicia. He conocido también a dos eslovacos, a Juro, un colega de Porto, y a su novia que pasaron unos días por allí. Lo peor es que pillé un catarro tremendo y en fin de año estaba de vuelta en casa a las 5 y solo tomé nesteas, ¡quien me ha visto y quien me ve!

La vuelta fue otra vez larguísima, llegué muy cansado y con mi catarro en plena ebullición. No paro de toser y estornudar, me duelen la garganta, la cabeza y el estómago de la fuerza que hago al toser; por lo menos estoy ejercitando los abdominales, se me van a quedar en plan tableta de chocolate, ya pondré alguna foto en traje de baño para el disfrute de las lectoras y la envidia cochina de los lectores. Estoy tan mal que hoy he ido al médico con Hector y me ha recetado un montón de cosas, quería darme la baja el tío, pero pasé (uno que es responsable), hasta tuve que firmar que rechazaba la baja. Como estoy así y no tenía nada preparado, ni ganas de trabajar, estos días les ha puesto a los alumnos el vídeo del pato Donald en el mundo de las matemáticas, pero tengo que empezar a currar que ahora vienen las recuperaciones y temas nuevos. Decir que cuando llegué apenas un poco de nieve en las aceras, pero ha nevado algo el mismo día que llegué, ya os contaré que tal.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

coñe Juan, como te lo pasas!!! Que envidia, me recuerdas mi epoca de erasmus
Que te mejores y feliz año!!

Anónimo dijo...

Se te ha olvidado la botella de orujo en Galicia(con receta médica, claro) para curar ese catarro. Procura no tomar pastis extranjeras, los esmails y los michuvichi no son lo mismo.
De todas formas dicen que el calor humano es lo mejor para no pasar demasiado frio, asi que ya sabes, arrimate y si hace falta disimula.
Por cierto, estas hecho un moderno, con esos nombres raros que utilizas para decir que la musica era aburrida, y que la fiesta era de botellon barato.

Feliz año compañeiro.

Anónimo dijo...

Que pasa tío!!! Cualquiera va a creer que después de tres meses en zilina le vas a coger alergia a la tierra madre, por eso de enfermar aquí... pero bueno tranqui que como se suele decir "nunca choveu que non escampara" y para curarse nada mejor que leche caliente coñac y camita (lo de solo o acompañado, a elección personal)por eso de sudar ya sabes. Besitos y cuídate.
Su.

Anónimo dijo...

hola, me entere del blog por Elena y por lo que veo te lo estas pasando en grande.
Feliz Anho y sigue contando.
Bicos.
Lore.

Anónimo dijo...

Feliz ano Penecho, semella que todo te vai ven no exilio (na foto cos nenos pareces Lady Di). Está moi ben saber de ti. Coidate

Anónimo dijo...

Ajoh:
Vamos,vamos Xoan,non sexas pereguiceiro!!!
Movendo o blog que xa tiveches tempo.Cando che chegue o correo co punteiro avisasme.
Un saludon tron.

Pistacho dijo...

Testimonios:

Este fin de semana devolví la visita (ver capítulo del Viaje a Miskolc) y fuí huésped en casa de Juan, en Zilina.
En su típico bloque comunista Juan nos agasajó con vino argentino, whisky escocés, Coca-Cola de marca y birra eslovaca, además de unas sesiones musicales para finalizar la velada en un ambiente moderno, pero cordial.
Impagable.