miércoles, 7 de noviembre de 2007

Capítulo 31: La boda y el viaje.





El la 1ª todas las hermanas Navarro intentando besarme en la boda. En la 2ª con los polacos, Cath, Diego y los contrayentes. En la 3ª vemos un maniquí en Blava que se fue a mear y no tuvo tiempo de subirse los pantalones. En la 4ª una vista del castillo de Blava desde una colina cercana. En la 5ª el equipo de profes de español de este año el día de puertas abiertas; atrás estamos Pilar, Rafa, yo, Mario y Victoria, delante están Tamara, Martina y Maria, falta otra eslovaca, Jana que no estaba ese día.

Después de volver de Madrid paso un par de semanas más en casa con la misma rutina anterior, la verdad, cosa extraña en mi, fue un verano tranquilo y bastante aburrido, pero yo no tenía malas sensaciones, creo que como este año viajé bastante, me tomé el verano como un gran descanso que necesitaba. Casi a mediados de agosto me subo otra vez a un avión para ir a Granada a la boda de Paz, una compañera en Zilina de año anterior, con un polaco que se llama Lucasz. En Madrid estoy un día y quedo con Cath, una belga que trabajaba con nosotros y que también está invitada a la boda. Nos damos una vuelta por Granada y nos acercamos al pueblo de Paz, Alcalá la Real. A todo esto conocemos a los padres de Lucasz y un amigo polaco que viene desde Gales. Más tarde aparecen una pareja de polacos que viven cerca de Lucasz en Irlanda. Vinieron en moto y nos cuentan que en París se cayeron de la moto. El tío tiene la pierna rascada y cerca de la rodilla casi se le ve el hueso, no se como pudo conducir hasta Andalucía. El día antes de la boda se lo pasa en cama recuperándose un poco. También apareció Diego desde Cádiz el día antes de la ceremonia.

No quiero dejar de señalar que los amigos de Paz, y sobre todo la familia, padres y hermanos nos trataron de lujo. A pesar de estar todos muy atareados con los preparativos nos hicieron sentir como en casa, si alguien de la familia lee esto, muchas gracias. Al día siguiente de la boda me voy para Granada donde quedo con uno de los polacos, nos damos un paseo por la ciudad y nos encontramos con Maribel, una profesora de Bratislava que es de cerca de Granada. A la vuelta me paso los días en casa, preparando todo para el largo viaje de regreso a Eslovaquia.

El lunes 27 de septiembre voy en coche para Zaragoza, donde me encuentro con Javi, salimos a tomar algo y al día siguiente arranco hacia un pueblo de Lleida llamado Corbins, donde me espera Juan Carlos, que es el que va a hacer el viaje conmigo. Comemos en su casa y arrancamos para la frontera con Francia. No voy a contar mucho del viaje porque no vale la pena. Al llegar a Francia salimos de la autopista para ahorrarnos los peajes que son bastante caros, pero nos damos cuenta de que así tardamos demasiado tiempo y volvemos a entrar a las pocas horas. Los dos conducimos por lo que nos vamos turnando para poder descansar. La noche del 28 dormimos cerca de Lyon en un área de descanso. Yo, a pesar del cansancio, apenas duermo un par de horas. Seguimos el día 29 hacia el norte, en Besancon giramos a la derecha por una carretera nacional, decidimos no subir hasta Estrasburgo. La carretera es buena, pero como pasamos por mucho pueblos, perdemos bastante tiempo. Antes de Munich entramos otra vez en la autopista y desde allí vamos hacia Austria. El tiempo se pone muy malo y empieza a diluviar, algunas veces llueve tanto que vamos a menos de 80 km/h. En estas circunstancias avanzamos poco y paramos a dormir entre Salzburgo y Viena. Esta segunda noche en la carretera duermo bastante. Muy temprano arrancamos el 30 para llegar lo antes posible. Dejamos atrás Bratislava y, por fin, aparcamos en Banska Bystrica a tiempo para comer con Patricia. Desde que salí de Galicia cuento 3450 km, un paseíto. Al terminar de comer yo me voy para Zilina a donde llego a media tarde y llamo a Héctor porque esa noche duermo en su casa.

Esa tarde me encuentro con alguna gente, como los nuevos lectores: a Pilar, a quien ya conocía porque el año anterior estaba en Trstena; a Tamara que sabía de ella por Paloma, a Mario que estaba de lector en la universidad en Presov, cerca de Kosice, y Diego, que el año anterior estaba en la República Checa y lo conocía del curso de Hot potatoes, aunque éste nos va a durar poco como veremos.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

que pacha Juanillo! ya pensaba que este año no nos ibas a contar tus aventuras! Por aqui todo bien, quitando que hace calor :O
Un besico

Anónimo dijo...

Dejate de rollos Juan. Lo que queremos saber es que tal te fue el reencuentro con los aborigenes y sobre todo con las aborigenes.
Ya sabemos todos que en verano te aburres mucho(?????)
Besotes de toda la family.

Anónimo dijo...

Este ano estás de un vago que non vexas. Debe ser que tes moitas ocupacións ultimamente.
bks, brother

Anónimo dijo...

juan,mandanos a dirección que Pedrito ten un paquete para mandarche! un saudo. rosy, pedro e txino.