jueves, 29 de noviembre de 2007

Capítulo 34: Las cosas de la vida.





En la 1ª mirad que pinta tengo con bigote. En la 2ª se puede ver el baño que comentaba del bar en Praga, con el apoyacabezas. En la 3ª vemos la "factura" del mismo bar de Praga, la más alta tecnología. En la 4ª estamos en un restaurante muy chulo. En la 5ª me estoy bebiendo un "Porto café", hasta aquí llega nuestra amistad.

El día 1 de noviembre es festivo en Eslovaquia, así que nos acercamos a Praga. Ya conozco la ciudad del año pasado y quería ir a un sitio nuevo pero hay un pequeño problema con el piso de Aga, y como en Praga iban a estar unas profes colegas, pues decidimos ir allá. Yo salgo en tren desde Zilina el mismo 1 y quedo en Praga con Aga y con el resto de la gente (Tamara, Maribel, Nahika y dos colegas suyos que están de visita). Básicamente lo que hacemos es pasear un poco, tomar unas cervezas y comer por ahí. El viernes 2 por la noche vamos a cenar a un sitio que conoce Maribel, sólo hay checos y nosotros, cenamos muy bien (un queso con aceite estupendo) y nos damos una mano de cerveza terrible. Por la noche algunos salen de fiesta y Maribel se torció un tobillo en una discoteca, así que se pasa las dos semanas siguientes de baja. Fijaros en una de las fotos del baño, tiene una especie de soporte para apoyar la cabeza, no se muy bien si para los borrachos o para que a los muy filósofos les descanse un ratito mientras mean. El sábado nos volvemos a Blava para descansar del viaje.

Voy ahora a hablar de otras cosas que me han pasado este tiempo. Por ejemplo del problema de internet. El día 4 de septiembre fuimos a contratarlo Pili, Mario y yo a T-com, nos dijeron que tardarían un mes. Pasa el mes y allá nos vamos a preguntar y nos dan las claves de acceso, pero en casa comprobamos que no funciona, yo vuelvo a ir con Héctor y nos dicen que están cambiando el cableado y que la semana siguiente; regresamos otra vez la semana siguiente y nada, nos dicen que ya en 2 o 3 días va el técnico a conectarnos y la tía lo llama para decírselo, pero nada, por allí no aparece nadie. Al final nos torean varias veces más, hasta que al final decidimos romper el contrato y cambiarnos a una pequeña compañía eslovaca y en un día tenemos conexión; estos de T-com son como los de telefónica, unos inútiles de tomo y lomo. Hemos tardado pero por lo menos puedo conectarme. Cuando fuimos a cancelar el contrato fue divertido, vino Héctor con nosotros y se puso serio, les dijo de todo, casi no querían ni atendernos de la mala leche que tenía, pero aquí cuando se protesta no se hace como en España que se grita un montón, no, lo que se hace es decir las cosas pero muy serio, eso si, se dice de todo, en esto no cambia.

Otra cosa curiosa nos pasó una noche en el zulo. Allí Maribel conoce a mucha peña, habla el idioma y es muy enrollada. En una de nuestras fiestas nocturnas aparece un amiguete suyo un poco trompa y al verla le da un abrazo, el tío venía con su novia y ella al ver que abrazaba a Maribel se enfadó muchísimo y empezó a golpear a su novio, pero nada de caricias ni tonterías, unas bofetadas y puñetazos tremendos, el nota estaba como una cuba y se reía, pero la tía le dio bastante caña; lo mejor de todo es que ella se piró enfadadísima y al poco vuelve toda tranquila a buscar al tío. ¡Mujeres!

Para terminar me falta hablar un poco de mi casa. Ya sabéis que me he cambiado y que ahora vivo muy cerca del centro y a 5 min. del instituto andando, lo que está muy bien. El piso está mejor que el del año pasado, más grande, más nuevo, mejor para vivir en definitiva, sólo la cama no es muy buena. La nevera es grande, de hecho yo la tengo casi siempre medio vacía, con yogures, cervezas, queso, leche, huevos, zumo y poco más. La lavadora también es grande y nueva, muy moderna con un montón de botones y ruedecitas para no se qué mil formas de lavar distintas. Tengo que reconocer que lava estupendamente y centrifuga que da gusto y casi sin hacer ruído; pero que queréis que os diga, para mi no tiene el encanto de la que tenía el año pasado, era mucho más agradecida que ésta, esta de ahora es muy independiente y pasa mucho de mi, no es que eso sea malo, yo también soy muy independiente, pero un poco de cariño de vez en cuando siempre viene bien, y ésta de cariñosa poco de poco.

Es que yo creo que al final esto de las lavadoras es un poco como las mujeres, no siempre las más jóvenes y guapas son las mejores al igual que no siempre las lavadoras nuevas son mejores que las viejas, si las vemos, mujeres y lavadoras, de forma totalmente funcional, claramente las nuevas (lavadoras) y las jóvenes (mujeres) son mejores: lo hacen todo muy bien, de forma eficiente, limpia y ordenada, lucen mucho cuando se las enseñas a los amigos..., en fin, que son estupendas. Pero cuando uno se olvida de presumir y de las funcionalidades para las que se supone fueron construídas, cuando uno está en la soledad del hogar, en esos momentos nos damos cuenta que hay otras cosas intangibles que no están en el libro de instrucciones (de hecho las mujeres no tienen, que yo sepa, manual de instrucciones) y que a la larga son muy importantes, tanto o más que las otras. Resumiendo, que en el piso nuevo he ganado en unas cosas pero he perdido en otras. Para acabar, mi lavadora del año pasado le está dando problemas a la nueva inquilina, yo creo que está protestando, me echa de menos.

4 comentarios:

Anónimo dijo...
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Anónimo dijo...

Hola Gallego, te mando un abrazo desde Valdemorillo.
Me ha gustado mucho esa comparación entre las mujeres y las lavadoras.
Un abrazo.

larubiafriqui dijo...

Hola Juan! ¿Qué tal por Tzchilina? Espero que postees dentro de poco con alguna cosa nueva. Un abrazo

Anónimo dijo...

Hola Juan. Estamos deseando conocer a tu "lavadora". Si te la traes en Navidad os podemos hacer un sitio a ti y a ella en el "tendedero", asi podreís "lavar", "tender" e incluso hasta "planchar" la ropa hasta aburriros.
Avisa cuando vengas por el sur de Europa y si puedo me acerco a Vilalonga.
Besotes de toda la family.