domingo, 13 de enero de 2008

Capítulo 38: Los blogs y más cosas.





En la 1ª vemos a Iago con Roi, la nueva joya de la familia (y van...); en la 2ª hay algunos profes bailando el día de la comida de navidad. En la 3ª se ve una botella de licor muy bien decorada que le tocó a Mario en el sorteo de la comida. En la 4ª, el Pipi grill, la mejor comida rápida del mundo, y en la última vemos a JC buscando en las papeleras por si aparece su cartera, el día después de que le robaran en el zulo.

De momento en esta entrada sólo quiero comentar los cuatro blogs que he relacionado por si los queréis mirar. Por ahora son de amigos, nos presentan otras facetas de la vida en Eslovaquia y en otros países. El de una miguita de pan en Zilina es de Pili, la profe de este año de mates, que el año pasado estaba en Trstena, podemos disfrutar de sus vivencias en la Orava profunda y ahora en Zilina. El de una friki en Japón es de una profe que el año pasado estaba en Trstena con Pili y que ahora reside en Osaka, nos muestra unas interesantes curiosidades de la vida en Eslovaquia y en Japón. El del exiliado es de Luis (compañero el año pasado en Zilina) y su mujer Manuela, que han regresado a la madre patria extremeña para seguir siendo azote de "imbéciles e escuros" que decía el poeta, deleitándonos con sus reflexiones, sus vivencias y sus magníficas fotos (son increíbles). El del pistacho veloz en Hungría es de un profesor español que vive en Miskolc, en el norte de Hungría, donde aparecen sus aventuras en el país magiar. Que los disfrutéis.

Hoy es viernes 7 de marzo, hace casi dos meses que no escribo en el blog, todo tiene una explicación, ya sabéis de mis viajes de fin de semana a la capital que me impiden disponer de tiempo, podemos añadir el trabajo, que estuve más de una semana preparando un proyecto europeo con Luis, y para finalizar, he estado de vacaciones ¡en África! una semana y pico, tranquilos que lo contaré todo. Vamos a seguir donde lo dejamos.

El fin de semana del 11 al 13 de enero celebramos el cumpleaños de una profe de Bratislava, Maribel. Salimos de fiesta y lo pasamos muy bien, éramos mucha gente y la mayoría bebió bastante y agarró una buena cogorza, yo no estaba demasiado borracho y me dediqué a cuidar de los más que peor estaban, con potas incluidas. Lo peor de todo fue que a tres personas le robaron cosas en el zulo, a Joan Carles, a Tamara y a una francesa. El sábado tuvimos que pasarnos por comisaría para denunciar los robos, incluso describimos a un sospechoso; pero fuera esto lo pasamos muy bien, claro que las víctimas no pensarán lo mismo.

A mediados de enero estamos terminando el primer semestre lo que significa muchos exámenes y mucho trabajo, reuniones de evaluación y todas esas cosas; por culpa de esto el fin de semana siguiente me lo pasé en Zilina trabajando, bueno, fuimos a cenar y salimos un poco el viernes en Zilina, pero nada más. Una cosa importante que pasó este mes es que el 17 nació en Toledo mi quinto sobrino, se llama Roi, en cuanto lo vea en verano lo celebraremos como se merece.

Voy a hablar ahora de un par de cosas curiosas del país. Lo primero es que ultimamente, en Blava, vemos bastantes peleas, casi siempre a la misma hora y en el mismo sitio, en una parada del bus nocturno. Estamos allí un montón de peña esperando y de repente aparecen dos o tres tíos y se lían a tortas con otro que está por allí, pero tiene la pinta de que ya antes en algún sitio se habían pegado, no buscan al azar, van siempre a por alguien. Los que estamos allí nos apartamos y miramos hasta que se separan y se van. De momento no hemos visto nada grave ni navajas y cosas por estilo.

La otra cosa que hace tiempo que quiero comentar es sobre los camareros, en toda Eslovaquia y en Chequia también. Son desagradables a morir, la mayoría de las veces parece que te hacen un favor ellos a ti y no tú a ellos, son muy serios y secos, no se ríen ni que les pagues por ello, ni un comentario, ni una pequeña sonrisa, ni un pequeño gesto amable, nada de nada. Es muy muy raro, pero mucho, encontrase con un camarero medianamente agradable, rozan la mala educación, son muy estrictos con todo (si la cocina cierra a las 9:00, no te dan ni un poco de pan), muchas veces cuando vamos a cenar me pregunto porque les dejamos propina, si no se merecen ni una triste corona. Incluso por momentos casi desinforman, me ha pasado más de una vez de preguntar, por ejemplo a las 9:20, si la cocina estaba abierta y decirme que si y a las 9:40 pedirles la carta o encargar algo de comer y te dicen que ya cerró a las 9:30, parece una broma pero no, en vez de decirte que pidas ya que en 10 minutos cierra simplemente dicen que se puede, no importa que falten 5 minutos o 15 segundos para cerrar, en fin, que se debe preguntar todo. Y bueno, no os hablo de la calma que tienen; ¿qué hay un cliente esperando?, no pasa nada, me termino mi cigarrito y después le atiendo; ¿qué tengo dos o tres mesas con gente, o cuatro o cinco o seis?, pues que esperen, ¿para qué apurar un poco para atenderles lo más rápido posible?, si solo son clientes; ¿qué estoy de charla con mi compañero y llega gente al local?, pues termino mi conversación tranquilamente y ya después les atiendo. Aquí lo de la buena atención al cliente lo desconocen totalmente, y si les dices algo hasta les parece mal; en fin, si un día os pasáis por estos países no os sorprendáis de cosas así, es lo normal, avisados quedáis. Cuidado, no es siempre así, pero ocurre muy a menudo.

1 comentario:

Pistacho dijo...

Gracias por comentar. Sigo escribiendo, aunque ya no estoy en Hungría, como sabes.
Un abrazo, Juan!