jueves, 13 de marzo de 2008

Capítulo 40: La llegada a Gambia.






En la 1ª, el bar donde estuvimos de cañas en Barcelona, pregunta, ¿es Verdi 30 ó Verdi Bo?. En la 2ª cenando en la ciudad condal. En la 3ª comiendo con nuestro guía en medio de los manglares. En la 4ª, en medio de una playa paradisíaca aparece una vaca. En la 5ª en el santuaruo, vemos un baobab muy grande.

Por fin a media tarde del martes 19 despegamos hacia Banjul, la capital de Gambia. El vuelo dura unas 4 horas y media, pero allí tienen una hora menos, igual que en Canarias y Portugal. En el avión, casi lleno, van bastantes turistas y un montón de gambianos, también hay dos deportados en la parte trasera a los que acompañan dos polis hasta Banjul.

Justo antes de embarcar ya nos pasa una cosa muy divertida. A nosotros nos sobran quilos de equipaje, así que unos nativos nos preguntan si se los pasamos que ellos los necesitan, la tía del mostrador se enrolla y dice que lo podemos hacer, y se los damos a ellos. Aparece después una señora que viene desde Francia y que lleva demasiado peso y demasiadas bolsas, no habla ni una palabra de español ni de inglés, pero otra que es española-gambiana y que, más o menos, se entiende con ella, nos piden si podemos llevarle ropa en nuestras bolsas de mano y alguna bolsa más y le decimos que si. Entonces empezamos a abrir las bolsas de la señora y a meter ropa en las nuestras. También nos llevamos una bolsa de mano, le preguntamos si tiene líquidos y cosas así y dice que no, pero al pasar el escáner pita y como tiene un candado no la podemos abrir, el poli dice que no nos la deja pasar, o se abre o se queda allí, decidimos esperar a que pase la dueña, al final aparece y después de abrir vemos que sólo es un bote de crema para la piel.

El vuelo es bastante largo y aburrido pero, por fin, hacia las 11:30, hora local, aterrizamos. El aeropuerto es pequeño y parece desorganizado, hay colas para los pasaportes y para el escáner, donde se monta un follón tremendo porque muchos de los nativos que viajan con nosotros llevan cosas que no quieren declarar en la aduana. Después del control aparecen los guías de la agencia para llevarnos al hotel. A la salida aparece un montón de gente que te quita las maletas de la mano para llevártelas al autobús, claro que al final te piden pasta por ello y le damos monedas sueltas, pero son unos cabrones porque no se las reparten y entonces todos los porteadores le piden a todos los pasajeros. Bueno, a la llegada hace bastante calor y hay humedad, a pesar de ser la estación seca. No van dejando en los hoteles y nos vamos a darnos una ducha. Después salimos a tomar unas cervezas con dos chicos que trabajan en el hotel y que se ofrecen a llevarnos a un garito, una vez allí aparece gente que nos ofrece viajes, collares, ir a pescar y cosas así. Como estamos muy cansados nos vamos pronto al hotel para descansar.

Al día siguiente quedamos para desayunar, pero antes tenemos siempre un ritual. Ya comenté que llevamos bastante medicación básica, lo más importante son las pastillas para la malaria, se llama malarón y una caja de 12 pastillas cuesta unos 40€, vamos, ni los éxtasis son tan caros. Estas pastillas hay que tomarlas un par de días antes de salir, durante la estancia y una semana después, todo es como prevención, incluso tomándolas puedes tener la malaria aunque es difícil. La pastilla la tomamos con el desayuno, pero antes de ir al comedor, nos tomamos, en ayunas, un chupitazo de slivovicka, que es una bebida eslovaca de unos 50º. El motivo de bebérnoslo no es empezar el día con alegría y fiesta, es una medida puramente preventiva; parece ser que de esta forma matamos todo lo malo que pueda haber en el estómago y nos evitamos diarreas y similares. Los eslovacos lo hacen bastante y Lara dice que cuando estuvo en Egipto, ella y su amiga fueron las únicas del grupo de viaje que no tuvieron problemas de estómago, así que a pesar de ser un poco fuerte, todas las mañanas le damos un poco de alegría alcohólica al cuerpo.

Nos recogen otra vez de la agencia para llevarnos a un hotel donde hay una reunión y nos explican cosas básicas del país y ofrecen excursiones. Al final no compramos ninguna, decidimos pensarlo o intentar buscarnos la vida un poco ya que son un poco caras y hemos leído en internet que es posible viajar con guías nativos de forma más barata. Al terminar nos llevan a cambiar moneda al centro. Allí nos pasa algo increíble, Joan Carles se encuentra a un gambiano que había trabajado con su hermano en Lleida, el tío lo reconoció en la oficina de cambio, el hombre no paraba de gritar y de decir que lo conocía, se puso muy contento.

De vuelta al hotel decidimos tomárnoslo con calma ese día para decidir qué hacer. Lara y Javi se van a la playa y JC y yo nos quedamos a tomarnos una birra, al poco aparece Ian que es un inglés de unos 50 años vecino nuestro y lo conocimos por la mañana, se sienta con nosotros y empezamos a tomar cervezas con él. Al rato aparecen los otros y seguimos con las birras, Ian se empeña en invitarnos a comer, nosotros pensábamos ir a un restaurante de un español que está cerca, pero nos quedamos y tomamos langosta que regamos con vino blanco. Como llevamos mucho tiempo bebiendo ya estamos un poco tocados, sobre todo Ian que empieza a sacar su vena inglesa-imperialista. El tío con nosotros es majo y es divertido, pero con los nativos y los camareros se pasa un poco, es bastante seco con ellos, a veces los trata con un poco de desprecio. Seguimos la fiesta con chupitos, nos pasamos casi toda la tarde bebiendo, pero al final vamos a dormir la siesta antes de cenar. En la cena Javi y Lara nos cuentan que han conocido a un profesor que nos va a llevar a la escuela donde trabaja.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Juan.
Veo que ya se te ha quedado pequeña Europa, y has tenido que cambiar de continente. Estamos deseando ver unas fotos.
Por cierto, lo del chupito de slivovicka se lo copiaron los eslavos a mi abuela, solo que ella tomaba aguardiente. Ella también decía que era para el estomago, el intestino, el corazon y para aguantar a mi abuelo. Yo estoy por seguir sus consejos (ya veo que tu has conseguido encontrar una disculpa original).
Yago y Lucas están deseando verte, aunque no lo expresan públicamente.
Besotes de toda la familia.

Anónimo dijo...

Kai Juan:
Malas noticias desde campbarsa...Ronaldinho es esponsor de Herbalife y no levantan cabeza.
WOW!!caralludas la fotos africanas,lastima que no quepan mas...
Chekea el correo!
SAludos.marcopolo..xD....vas a tener que cambiarle el nombre al blog .
Saudihnos